La compasión, una forma de estar sano.
A muchos de nosotros nos gustaría tener un cuerpo mejor, incluso tener unos increíbles hábitos de ejercicio, y seguir esas dietas que las celebridades anuncian.
De acuerdo, quizá esto es un poco exagerado, pero a la mayoría de nosotros tener un cuerpo ideal ya nos gustaría. Deseamos ser muy sanos, y muchos nos esforzamos para conseguirlo. Es posible que nos esforcemos y no consigamos los resultados deseados, pero nos esforzamos.
¿Qué sucedería si dejáramos de esforzarnos para conseguir nuestros objetivos de ejercicio físico?.
¿Qué sucedería si en lugar de esforzarnos, comenzaremos a hacerlo desde la compasión?.
El problema con esforzarse.
Cuando nos esforzamos en hacer ejercicio para tener un buen cuerpo – y esto es lo que habitualmente hacemos -, hay algunos problemas importantes de los que conviene tener conciencia:
Uno.
El ideal es algo que nunca alcanzaremos.
Incluso si cumplimos escrupulosamente nuestros objetivos, no conseguiremos eso que hemos imaginado.
Por ejemplo, yo puedo correr maratones incluso ultra maratones porque este es el ideal que yo tengo en mi cabeza. Y una vez completados… no son tal y como menos había imaginado. Por supuesto todavía son valiosos, pero no como lo era en la fantasía de mi cabeza.
Dos.
Tienes muchas posibilidades de fallar en algún punto, no llegar a cumplir tu ideal, y entonces puedes sentirte mal contigo mismo por haber fallado.
Tres.
En cualquier caso, no vas a alcanzar ese ideal inmediatamente, posiblemente ni siquiera en unos cuantos meses o años, el ideal siempre está en el futuro.
Así que durante unos días, o durante las primeras semanas, realizar esta actividad sencillamente no se parece a tu idea.
No tiene apariencia de algo divertido. Vas a ver el ideal de cada día “voy a correr”, pero incluso entonces, después de haber corrido vas a comprobar que no es parecido a la fantasía que tenías.
Cuatro.
Una vez que alcanzas el ideal porque estabas peleando, no te sientes contento durante mucho tiempo.
Sencillamente vas encontrar otro nuevo objetivo por el que esforzarte y pelear. Y después otro. Hasta que estás muerto. Y pocas veces has sentido la satisfacción que buscabas cuándo iniciaste el proceso.
Así que sencillamente, podemos dejar de esforzarnos. Simplemente aprendamos a disfrutar del momento presente, sin necesidad de usar la zanahoria de nuestras fantasías.
¿Aceptas un obsequio?
El camino compasivo
Así que si decidimos dejar de pelear por nuestra salud y nuestros ideales de ejercicio físico, esto no significa que nos quedamos tirados en el sofá, engordando nuestra cara con patatas y bebidas gaseosas todo el día. Bueno podría ser, pero no tiene que ser :-).
Lo que nosotros podemos hacer es;
Uno.
Vamos a disfrutar de ser quien somos, de ser como somos, y de la maravillosa conexión con las personas que hay a nuestro alrededor para encontrar nuestra alegría y felicidad justo en este momento.
Dos.
En este momento de alegría Y sensación de estar contento, nosotros podemos comenzar a actuar con amor.
¿Cuales son algunos actos de amor que nosotros podemos hacer?.
Es este momento de alegría y de apreciación por lo que realmente está aquí y ahora delante de nosotros.
Uno.
Apreciar el regalo de nuestro cuerpo tal cual eres, y comenzar a cuidarlo.
Los cuerpos que tenemos son realmente increíbles, auténticas maravillas de la naturaleza, y damos por sentado que siempre funcionará como cuando éramos niños.
Así abusamos de tener una vida sedentaria, tomamos drogas, alcohol, comemos comida basura, y no les prestamos atención.
En lugar de esto, un acto de aprecio para nuestro cuerpo es cuidarlo. Hacer ejercicio, caminar, comer bien, lavarnos los dientes, y meditar.
Dos.
Apreciar el regalo que es la vida, y explorar el exterior.
Hay tantas cosas por explorar, aprender, y darnos cuenta que podríamos estar permanentemente maravillados.
Date cuenta que es una auténtica pérdida de tiempo pasar muchas horas delante del ordenador en Internet, o hablando por teléfono todo el día. En lugar de esto, considera que es un acto de amor que a tu cuerpo sacarlo hacia el exterior y moverlo.
Tres.
Aprecia el regalo de la comida, aprende a nutrir tu cuerpo.
En lugar de estar permanentemente abusando de tu cuerpo llenando lo de comida basura sólo para satisfacer tu ansiedad o tu comodidad, puedes encontrar que es una gran fuente de alegría nutrir nuestros cuerpos con deliciosa, sana, y apetecible comida.
Así puedes comenzar a apreciar la comida fresca como un auténtico regalo, algo que crece en la tierra. Fíjate en las que hay muchas personas que dedican su trabajo y sus vidas para facilitárnosla. Es un auténtico milagro que muchas veces pasamos por alto, aprovecha y practica un instante de agradecimiento.
Cuatro.
Aprecia el momento, aprende a meditar.
Este momento, cada momento, está lleno de un brillo muy especial, y habitualmente lo ignoramos.
En lugar de esto, puedes sentarte a meditar y prestar atención plena a la Compasión y a la amabilidad.
Puedes hacer yoga, chi kung, o puedes moverte mientras meditas. También puedes meditar cuando sales a correr, cuando vas un paseo, cuando montas en bicicleta, cuando nadas, o cuando sencillamente das un paseo por el parque o la naturaleza.
Recuerda no hay necesidad de esforzarse siguiendo ideales de salud y ejercicio.
En lugar de esto, puedes dejar ir estos ideales y apreciar lo que está adelante de ti justo en este momento.
Y como un acto de conciencia y gratitud, comienzas a actuar con amor y compasión para cuidarte a ti mismo, y a tu cuerpo.
Todo comienza por entrenarte y ser hábil en prestar atención al momento en el que estás ahora.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir